El perro perfecto... ¿a qué me refiero? No es el perro robot. Constantemente estamos siendo tapizados de información sobre lo que debería ser un perro perfecto. Cuando realmente es perfecto por el solo hecho de ser nuestro compañero.
Pero a veces caemos en la trampa de pensar que tenemos un amigo lleno de defectos. ¿A poco nosotros no tenemos? Y es que, es una trampa común. Estamos acostumbrados a idealizar casi todo. Hacemos esto en primera instancia con nuestros padres, nuestro jefe, nuestra pareja, hijos, y en algunos casos también a nosotros mismos.
Es una trampa porque realmente los ideales están en nuestra cabeza y a veces dejamos de ver AL SER REAL, que tenemos en ese momento frente a nosotros. Ese ser que tiene su propio equipaje emocional, su manera de procesar el mundo, que puede ser muy diferente a la nuestra.
Ya tienes al perro perfecto... Lo es con todo y aquello que te gusta y lo que no. Por algo están juntos. ES PERFECTO PARA TI. Están aprendiendo uno de otro constantemente. Así, al verlo como es, con su naturaleza, con su animalidad, puedes optar por construir un dialogo más amoroso, con alternativas para apoyarle de una mejor manera, en lugar de esperar que se convierta en un robot. Tomando también tu responsabilidad, comprometiéndote en ese descubrir juntos.
¿Qué actividades haces para que disfrute su día a día? ¿Qué te regala tu compañero a ti con su esencia cada día? ¡Somos afortunados y no lo sabíamos!
Me despido por hoy diciéndote "Amale mucho y amate también"
Sophie Maxime Palafox
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